La incógnita de Milei: ¿Puede convertir sus promesas en realidad?

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A lo largo de la campaña, el ultraliberal no logró explicar de dónde saldrían los dólares necesarios para dolarizar la segunda economía más grande de América del Sur, Argentina. La falta de reservas en dólares de Estados Unidos es un problema grave para el país.

Sin dinero en efectivo, Milei parece estar intentando hacer una limonada sin limones.

La motosierra es otro símbolo prominente de la campaña “mileista”. La herramienta pretende imitar el deseo declarado del candidato de reducir drásticamente el gasto gubernamental. Es preferible reducir el gasto en un país donde el gobierno consume cerca del 40% del PIB. Milei afirma que la motocicleta representa un tercio de todos los gastos.

Pero parece que el poder de la motosierra se está debilitando. En la segunda vuelta, el tono del candidato se suavizó. El candidato ha sido crítico con los subsidios del gobierno argentino en el pasado, pero ha prometido cambios graduales. Se advirtió que no habría grandes aumentos en el costo de la electricidad o el combustible.

En medio de las tácticas de miedo generalizado del gobierno, Sergio Massa moderó sus propios planes para reducir el tamaño del estado. Dice que no despedirá empleados públicos ni privatizará los sistemas educativos o de salud.

El cambio de tono parece tener sentido político. Los votantes radicales, que lo ubicaron en segundo lugar en la primera vuelta, no votarían por Massa el domingo.

Ahora solo falta saber si Milei podrá ponerlo todo en acción si gana.

La cuestión del financiamiento de la dolarización de la economía argentina es una preocupación que ha quedado sin respuesta durante toda la campaña del ultraliberal. La falta de reservas en dólares de Estados Unidos es un serio problema que podría tener consecuencias adversas para el país. La incapacidad de Milei para explicar la fuente de los fondos necesarios para esta medida plantea dudas sobre su capacidad para llevar a cabo sus propuestas.

Además, la metáfora de Milei tratando de hacer una limonada sin limones destaca la falta de recursos con los que cuenta para implementar sus ideas. Si bien el candidato habla de reducir el gasto gubernamental a través de la motosierra, no ofrece detalles concretos sobre cómo lograrlo. Aunque es cierto que el gobierno en Argentina consume una gran parte del PIB, reducir el gasto de manera significativa no es una tarea sencilla y requiere un plan concreto.

Es interesante notar cómo el tono del candidato ha cambiado en la segunda vuelta de la campaña. En un intento por atraer a un público más amplio, Milei ha moderado su discurso y promete cambios graduales en lugar de medidas drásticas. Esto puede ser una estrategia política para ganar votantes, pero plantea la pregunta de si realmente tiene la intención de llevar a cabo sus propuestas una vez que esté en el poder.

Por otro lado, Sergio Massa también ha ajustado sus planes para reducir el tamaño del estado debido a las tácticas de miedo utilizadas por el gobierno. Aunque esta estrategia puede atraer a votantes que no quieren cambios drásticos, plantea interrogantes sobre la verdadera capacidad de Massa para implementar cambios significativos en el sistema.

En última instancia, la incertidumbre sobre si Milei o Massa podrán llevar a cabo sus promesas una vez elegidos es una preocupación válida. Los votantes argentinos deben considerar cuidadosamente las propuestas de cada candidato y analizar si tienen un plan claro y realista para enfrentar los desafíos económicos del país.

En resumen, la campaña del ultraliberal y la falta de explicaciones sobre el financiamiento de la dolarización de la economía argentina plantean interrogantes sobre su capacidad para implementar sus propuestas. Además, el cambio de tono en la segunda vuelta de la campaña tanto de Milei como de Massa genera dudas sobre su verdadero compromiso con sus propuestas. Los votantes deben analizar cuidadosamente las propuestas de cada candidato antes de tomar una decisión informada sobre el futuro del país.