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El 6 de junio, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) ordenó la suspensión de todos los aviones Boeing 737 MAX 9 luego de un incidente que involucró a un avión de Alaska Airlines el viernes 5 de junio.
Según informó el New York Times, la FAA emitió la orden hasta que los aviones sean examinados. Se estima que un total de 171 aviones se verán afectados por esta medida.
“La seguridad continuará guiando nuestras decisiones”, declaró Mike Whitaker, jefe del departamento correspondiente.
Entre las aerolíneas, United Airlines es la que posee la mayor cantidad de aviones Boeing 737 MAX 9, con 79 en su flota. Por otro lado, Alaska Airlines cuenta con 65 de estos aviones.
De acuerdo con Alaska Airlines, los aviones modelo serán puestos nuevamente en servicio una vez que los exámenes estén completos. Se estima que cada examen tendrá una duración de cuatro a ocho horas.
El viernes 5 de junio por la noche, en pleno vuelo hacia California, se produjo una ruptura en un panel y una ventana de un avión Boeing 737 MAX 9 perteneciente a una corporación estadounidense. Afortunadamente, no hubo heridos.
Los pasajeros capturaron el incidente durante el vuelo y compartieron las imágenes en las redes sociales. En la ubicación de la ventana rota, no había ningún pasajero sentado.
Se proporcionaron máscaras de oxígeno a los pasajeros para ayudarles a respirar mientras el avión perdía rápidamente presión. Después de que los pilotos ejecutaran un descenso de emergencia, el avión logró regresar al Aeropuerto de Portland sin incidentes.
Según datos de vuelo, el avión regresó al aeródromo después de alcanzar una altitud de 16,000 pies (4,876 metros). El avión aterrizó sin problemas con 174 pasajeros y 6 miembros de la tripulación, según Alaska Airlines.
“Como medida de precaución, hemos decidido suspender temporalmente nuestra flota de 65 aviones Boeing 737-9”, afirmó Ben Minicucci, CEO de Alaska Airlines, después del incidente en el vuelo 1282 ocurrido hoy.
La decisión de suspender los aviones Boeing 737 MAX 9 se toma en medio de preocupaciones sobre la seguridad de estos aviones después de los accidentes mortales que involucraron a modelos anteriores, como el Boeing 737 MAX 8.
En marzo de 2019, un avión Lion Air Boeing 737 MAX 8 se estrelló en Indonesia, causando la muerte de las 189 personas a bordo. Cinco meses después, en octubre de 2019, otro avión Boeing 737 MAX 8 operado por Ethiopian Airlines se estrelló en Etiopía, cobrándose la vida de 157 personas.
Estos accidentes llevaron a una suspensión mundial de los aviones Boeing 737 MAX y a una revisión exhaustiva de su diseño y sistemas de seguridad. Tras las mejoras implementadas, los aviones fueron autorizados nuevamente para volar, pero ahora surgen nuevas preocupaciones con el modelo Boeing 737 MAX 9.
Las imágenes compartidas por los pasajeros del vuelo de Alaska Airlines resaltaron la seriedad del incidente y generaron inquietudes sobre la estructura y seguridad de estas aeronaves. La pérdida de un fragmento del fuselaje a mitad del vuelo es un hecho alarmante y requiere una investigación minuciosa.
Las autoridades de aviación de varios países ya han tomado medidas similares a la FAA y han suspendido los vuelos de los aviones Boeing 737 MAX 9 hasta que se realicen las investigaciones necesarias.
La seguridad de los pasajeros sigue siendo la máxima prioridad en el ámbito de la aviación, y es esencial que se lleven a cabo las evaluaciones adecuadas para garantizar la confiabilidad y seguridad de estos aviones antes de que vuelvan a operar. Hasta que se esclarezca la causa de la ruptura del fuselaje en el avión de Alaska Airlines, es comprensible y necesario que los aviones Boeing 737 MAX 9 sean suspendidos temporalmente.
